LA LECTURA ENTRE LOS ADOLESCENTES
Actualmente, encontramos a los jóvenes pegados a la pantalla de un ordenador, un teléfono móvil o una "tablet" en vez de leyendo un libro o conversando. Esto quizá tenga algo que ver con que somos la primera generación que ha crecido con el apogeo de las tecnologías. Es responsabilidad de todos modelar esta adicción y , a día de hoy, las escuelas parecen no conseguir enganchar a los jóvenes a la lectura.
Cuando los niños son pequeños, los profesores mandar leer libros de aventura y fantasía que ayudan a que los más pequeños se interesen por la lectura. A la edad de 12, 13, 14 años, los libros que tienen que leer son de misterio o miedo, que siguen atrayendo a algunos lectores aunque no a todos. Sin embargo, cuando se alcanzan los 16, 17 años, las lecturas obligatorias suelen ser de autores clásicos conocidos que cuesta leer y no siempre resultan interesantes. Ésto, unido al adjetivo "obligatorio", puede provocar rechazo hacia la lectura en algunos alumnos. Este rechazo puede perdurar toda la vida y puede ser una de las razones por las que alguno se siente delante de una pantalla en vez de delante de un libro .
Yo diría que el papel del docente a la hora de escoger el libro obligatorio para el alumno conlleva una gran responsabilidad. No cualquier texto vale la pena para formar un lector, pero para que merezca la pena, no necesariamente tiene que ser un clásico del Siglo de Oro. En definitiva, los docentes deberían atender a los gustos y opiniones de los jóvenes y atraparlos con textos que despierten su interés.
VENGANZA Y VIOLENCIA ENTRE BANDAS
A día de hoy escuchamos en las noticias o leemos en artículos que hay asesinatos o palizas entre individuos de bandas enfrentadas. ¿Por qué ocurre esto?
Podemos decir que existen rasgos hereditarios que influyen en nuestro carácter, pero esto no es excusa para justificar esta actitud. Existen dos factores principales que incitan a las personas a ser violentas y éstos son la cultura y la educación. Hay personas que se han criado en una familia desestructurada o simplemente, desde pequeños y sin quererlo, les han inculcado la violencia como método más rápido para que el niño obedeciera. Como consecuencia, el individuo ve normal el uso de ésta y la lleva a cabo sobre todo en la adolescencia. En este periodo se unen a jóvenes que piensan, al igual que ellos, que la violencia es la solución a cualquier problema (por supuesto, equivocadamente) y se dedican a buscar conflictos contra otras bandas por simple placer. Estas rivalidades entre bandas se alargan durante mucho tiempo debido a que nunca, ambas partes, están satisfechas con lo ocurrido y buscan la venganza (¿cómo no?) con más violencia.
Somos personas y, en mi opinión, deberíamos actuar usando la cabeza y, por supuesto, el corazón en vez de dejarnos llevar por los instintos más primitivos que más de una vez se cobra la vida de alguien que aún no se ha dado cuenta del valor de la vida.
Actualmente, encontramos a los jóvenes pegados a la pantalla de un ordenador, un teléfono móvil o una "tablet" en vez de leyendo un libro o conversando. Esto quizá tenga algo que ver con que somos la primera generación que ha crecido con el apogeo de las tecnologías. Es responsabilidad de todos modelar esta adicción y , a día de hoy, las escuelas parecen no conseguir enganchar a los jóvenes a la lectura.
Cuando los niños son pequeños, los profesores mandar leer libros de aventura y fantasía que ayudan a que los más pequeños se interesen por la lectura. A la edad de 12, 13, 14 años, los libros que tienen que leer son de misterio o miedo, que siguen atrayendo a algunos lectores aunque no a todos. Sin embargo, cuando se alcanzan los 16, 17 años, las lecturas obligatorias suelen ser de autores clásicos conocidos que cuesta leer y no siempre resultan interesantes. Ésto, unido al adjetivo "obligatorio", puede provocar rechazo hacia la lectura en algunos alumnos. Este rechazo puede perdurar toda la vida y puede ser una de las razones por las que alguno se siente delante de una pantalla en vez de delante de un libro .
Yo diría que el papel del docente a la hora de escoger el libro obligatorio para el alumno conlleva una gran responsabilidad. No cualquier texto vale la pena para formar un lector, pero para que merezca la pena, no necesariamente tiene que ser un clásico del Siglo de Oro. En definitiva, los docentes deberían atender a los gustos y opiniones de los jóvenes y atraparlos con textos que despierten su interés.
VENGANZA Y VIOLENCIA ENTRE BANDAS
A día de hoy escuchamos en las noticias o leemos en artículos que hay asesinatos o palizas entre individuos de bandas enfrentadas. ¿Por qué ocurre esto?
Podemos decir que existen rasgos hereditarios que influyen en nuestro carácter, pero esto no es excusa para justificar esta actitud. Existen dos factores principales que incitan a las personas a ser violentas y éstos son la cultura y la educación. Hay personas que se han criado en una familia desestructurada o simplemente, desde pequeños y sin quererlo, les han inculcado la violencia como método más rápido para que el niño obedeciera. Como consecuencia, el individuo ve normal el uso de ésta y la lleva a cabo sobre todo en la adolescencia. En este periodo se unen a jóvenes que piensan, al igual que ellos, que la violencia es la solución a cualquier problema (por supuesto, equivocadamente) y se dedican a buscar conflictos contra otras bandas por simple placer. Estas rivalidades entre bandas se alargan durante mucho tiempo debido a que nunca, ambas partes, están satisfechas con lo ocurrido y buscan la venganza (¿cómo no?) con más violencia.
Somos personas y, en mi opinión, deberíamos actuar usando la cabeza y, por supuesto, el corazón en vez de dejarnos llevar por los instintos más primitivos que más de una vez se cobra la vida de alguien que aún no se ha dado cuenta del valor de la vida.
